viernes, 16 de agosto de 2013

Perdiendo la Vergüenza

Después de haber cantado a capela frente a un público totalmente desconocido para mí, después de haber pasado al frente de la clase a bailar sin ton ni son, después de haber improvisado una historia y hecho un monólogo sobre mi mejor amigo gay (que no existe) siento que el pánico escénico ya es cuestión del pasado. Jamás me había divertido tanto. El descubrirse a uno mismo día a día es de las experiencias más revitalizantes que yo haya sentido. Es de esas cosas "ridículas"que crees que jamás te atreverías a hacer y terminas haciéndolas de todas maneras. Si alguna vez tienes o ya tuviste la oportunidad de hacerlo posiblemente sabrás que lo que digo es la verdad. Lo importante es salir de los esquemas, de las absurdas rutinas, de lo mismo y lo mismo y lo mismo. El secreto, esta vez, está en DISFRUTAR!

Nada es casualidad, nada.

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