viernes, 9 de octubre de 2020

Usualmente tengo "grandes ideas" sobre cosas que me gustaría escribir en mi blog, pero siempre termino desistiendo o apenas me siento frente al computador nada se me viene a la mente. Hay tantas cosas que quisiera expresar, pero ni siquiera tengo la más mínima idea de por dónde empezar. Lo sé, quizás por el principio como muchos suelen decir, el problema es que no estoy segura de dónde se ubica el principio en este momento. Pero de algo sí estoy segura, traigo el corazón roto estos días, bueno, no tan roto como lo traía hace unas semanas atrás. Alguna vez leí que somos nosotros quienes elegimos a quienes nos pueden romper el corazón, y lo más deprimente es que únicamente personas que son importantes para nosotros pueden causarnos daño. Y aquí estoy, una vez más tratando de sanar el alma y reparando un corazón roto. Me lo han roto tantas veces que a veces creo que tiene ya varias cicatrices. No voy a entrar en detalles de cómo me rompieron el corazón esta vez, no creo que sea relevante. Al final del día no se trata de lo que te está causando ese dolor sino de qué estás haciendo para sanar.

Pax,

T.

No hay comentarios:

Publicar un comentario