jueves, 28 de enero de 2016

Ha sido un placer

Y es que aún no comprendo cómo es que logramos entendernos... yo con mi inglés imperfecto, tú con tu español desalineado. Y sin embargo, nuestras miradas ya se habían conocido de antes, de algún lado, de algún momento, de alguna otra vida quizás. 
Y si te hubiese conocido tocando la guitarra y cantando, habría sido yo la que hubiese tratado de conquistarte, la que te hubiese llevado a cenar, la que te hubiese dado masajes en tus días de cansancio y la que te hubiese llevado a la cima de San Francisco por el puro placer de aferrarme a tu cintura. Eres un romántico, sin duda alguna, y me has sacado de los esquemas del hombre habitual de California.
Y he de confesar que tu vana timidez me seduce tanto como tu dominio en estadística, como tu mirada, como tu imponente tono de voz. De tu sonrisa ni hablar, qué manera más extraña de conocerte. Me estoy encariñando demasiado contigo.
Y por si eso no bastara, esa manera tan tuya de mirarme mientras cantas para mí, el corazón se me sale del pecho, tanto que cuesta respirar. Me pierdo en tiempo y espacio estando a tu lado y no hay ningún otro lugar en el mundo en el que quisiera estar hoy.
No eres una casualidad, de eso estoy segura, pero es tarde ya y pronto me tendré que marchar.
Y a donde vaya, sonreiré escuchando aquella canción que tanto te gusta.
Ha sido un placer conocer un poco de tu alma y dejarme envolver por tu dulzura.
Ha sido un placer encontrarte en estas frías calles de San Francisco.
Me encantaría volver a coincidir contigo, pero ambos sabemos que pronto nos perderemos el uno al otro y la vida continuará sin mirar atrás. 
Ha sido un placer. 

Desde el rincón de tu sofá,

T.


Origially written on 1/28/2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario